Casi todos sabemos el impacto que tiene la tecnología sobre nuestras vidas, los más jóvenes ni se lo cuestionan, para los demás sólo basta recordarnos que mucho de lo cotidiano ayer no existía. Este lapsus temporal quizás sea inherente a la condición del ser humano, inconsciente de la simbiosis hombre maquina, ya casi perdimos la capacidad de asombro. Cuando algunos informes científicos hablan de post-humanismo o trans -humanismo, ni siquiera intentamos ver de qué se trata, ahora cuando nos pasan una buena película o alguna receta rica en televisión le prestamos atención, ¿qué ley natural nos lleva a esta selección de prioridades? Será la saturación o la necesidad intrínseca de evadirnos hacia trivialidades lo que provoca esta particular selectividad? De hecho, por uno u otro motivo no somos consientes de los cambios ni de la dependencia tecnológica que está modificando nuestro forma de pensar y ver las cosas.
Quizás como ejemplo basta recordar nuestra tendencia hacia el desorden, ¿alguno cree que es posible ser desordenado con los archivos de nuestra PC, cuando ya en favoritos no encontramos nada y nos vemos obligados a crear carpetas? ¿Y qué pasa cuando estas carpetas superan el centenar, será necesario clasificarlas en un idioma afín a los efectos de encontrarlas cuando lo necesitemos? Muchos tendremos una pequeña biblioteca de consulta diaria, casi indispensable, otros verán en las comunicaciones en tiempo real sus ventajas o tal ves habrán sustituido su presencia física en diferentes actividades mediante el acceso on-line. Nuevamente pocos son consientes de los cambios neuronales que están produciendo. ¿Será Internet una buena forma de mejorar nuestros hábitos fuera de este entorno?
Supongamos que muchos de nosotros nos pica el "bicho de la curiosidad" y sin querer nos damos cuenta que la consulta on-line nos permite conocer lo que nunca hubiésemos imaginado diez años atrás, entonces, a diferencia de los más jóvenes, somos consientes de la inmensidad del cambio y de la necesidad de buscar amigabilidad en el entorno con el fin de que mejore la comunicación entre lo que "queremos y lo que podemos". Quizás ya tengamos en claro que el tiempo para algunos, la plata para otros y la falta de conciencia para la mayoría sean los responsable de la brecha informática, la misma que mañana generara enormes asimetrías en el conocimiento y en la relación con nuestros pares, muchos mitos se nos caerán.
Quizás lo que suene como pensamiento filosófico valga la pena ejemplificarlo a efectos de entenderlo mejor, ¿algunas ves sonaron con cambiar la historia escrita, o con corregir datos de escritores? Tampoco yo, sin embargo leyendo una obra de historia de 150 años de antigüedad pude confrontar en tiempo real la verosimilitud de los nombres y fechas, gracias a un sitio de genealogía, descubriendo que el autor era terriblemente puntilloso. ¿Cuántas veces pudimos escuchar las dos campanas de una misma información casi en simultáneo, cuántas mentiras y medias verdades descubrimos gracias a este medio, cuantas cosas cambiarán en la vida real, tal vez algún día hasta podamos utilizar nuestro archivo neuronal cuando queramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario